¿Qué estrategias necesitamos para prevenir el burnout laboral?
Cada año al aproximarse las vacaciones de verano se producen estados de agotamiento y fatiga en el entorno laboral provocados por situaciones continuadas de estrés. Los empleados se sienten saturados de una constante carga de trabajo y llegan a sus días libres de descanso completamente exhaustos. Este problema lo conocemos como «burnout laboral» y cada vez está más presente en el mundo empresarial.
Este estado de cansancio físico y mental afecta directamente al bienestar de los empleados. El individuo sufre una pérdida paulatina de energía que se puede ver reflejado con dolores de cabeza y músculos, insomnio, dolores de pecho, fatiga crónica o hipertensión. A nivel mental se traduce en irritabilidad, frustración o distanciamiento afectivo. También puede provocar un cambio de comportamiento en los empleados. Reducen su compromiso, adoptan una actitud más pasiva y apática con los objetivos de la empresa y transmiten pesimismo y aislamiento.
Además de perjudicar a los trabajadores, afecta drásticamente a la productividad y el éxito de la empresa. Por ello, es esencial que las compañías implementen estrategias de prevención a estas situaciones.
Entorno saludable
Es fundamental crear un buen ambiente de trabajo y vigilar sus condiciones, conseguir que los empleados se sientan cómodos para desarrollar sus actividades. Conocer y preguntar a tus empleados qué tal se encuentran para poder entender su situación y evitar hablar exclusivamente de trabajo. También impulsarás un buen ambiente reconociendo el trabajo de tus empleados, consiguiendo así que se sientan valorados y motivados. Fomentar la colaboración y el apoyo mutuo junto a una comunicación abierta ayudará a fortalecer el equipo.
Fomentar un equilibrio entre el trabajo y la vida personal
Es importante crear un equilibrio sano entre el trabajo y la vida personal para tener un buen rendimiento. Cada individuo debe darle lugar su lugar y espacio a cada parte de su vida. Para ello la empresa deberá ofrecer horarios flexibles, no cargar de más con horas extras y respetar las horas de descanso y desconexión del trabajador.
Formación para identificar y gestionar estas situaciones
Hasta hace relativamente poco no estábamos habituados a tratar temas como la salud mental en el mundo empresarial. Por ello, es necesario facilitar formación a nuestros trabajadores para que desarrollen habilidades como la empatía, la compasión o cómo mantener una comunicación sana con el resto de equipo para identificar a tiempo estos retos y saber cómo afrontarlos.
Organización con previsión y realista
Será imprescindible tener unas expectativas razonables de los objetivos y las tareas a realizar. La sobrecarga constante de tareas y el exceso de responsabilidades suelen generar ansiedad y reducen poco a poco el rendimiento del individuo al no poder acaparar todo. Debemos distribuir de manera equitativa las competencias.
Apoyar la gestión del estrés
Es habitual y normal tener rachas de mayor estrés laboral y en muchos casos no sabemos qué podemos hacer para controlarlo. Las empresas pueden ofrecer recursos e implementar programas de bienestar para gestionar el estrés. Permitirá que los empleados aprendan a relajarse, sepan recargar energía y enfrentarse a los proyectos con motivación.
En conclusión, la salud y el bienestar de los empleados será un factor clave para el éxito de cualquier empresa. Saber prevenir los burnouts y afrontarlos con las estrategias adecuadas marcará la diferencia para tener un ambiente de trabajo sano, comprometido y motivado por alcanzar los objetivos de la compañía.